miércoles, 15 de marzo de 2017

¿Somos inteligentes?

Para mi algo relevante en la educación es la inteligencia emocional. Con la entrada de este este nuevo concepto se rompen los esquemas anteriores del enfoque de la educación donde solo era importante el cociente intelectual y el sacar las mejores notas. Por ello, no puedo hablar de inteligencia emocional sin nombrar a Gardner (psicólogo, investigador y profesor de la universidad de Harvard) quien formuló la teoría de las inteligencias múltiples. Pero en especial quiero nombrar a Goleman quien va un paso más allá y nos habla de los cinco factores de los que se compone la inteligencia emocional: conciencia emocional, regulación de las propias emociones, motivación, empatía y habilidad social. Goleman ha escrito numerosos libros sobre el tema y habla de la necesidad de la introducción de la inteligencia emocional en las escuelas. Y es que, la inteligencia emocional está vinculada a muchas cosas a mi parecer. Sobre todo con la lengua. Ser inteligente emocionalmente quiere decir que sabes comunicarte de manera adecuada con los demás en cada momento, que sabes hacer un uso de la lengua para comprenderte a ti mismo y a los demás poniéndole nombre a cada emoción y poniéndote en el lugar del otro. Y para entender a los otros necesitamos la comunicación. De modo que todo está ligado entre sí y se beneficia mutuamente. Por todo ello, recomiendo algunas de sus obras como El poder de la inteligencia emocional (2013) e Inteligencia emocional infantil y juvenil (2009). 


En este vídeo de redes (todo el que haya hecho la carrera de magisterio conocerá el programa y a nuestro querido Punset y su afán investigador) se habla sobre la importancia de la inteligencia emocional y la prioridad de esta inteligencia por delante de la enseñanza de contenidos académicos puesto que está en juego el saber ser feliz en la vida. En este programa se entrevista a Richard Davidson y a Daniel Goleman quienes nos aportan un poco más de luz sobre la necesidad de desarrollar, enseñar y aprender esta inteligencia para confrontar las adversidades entre otras cosas. 

   En última instancia, quiero recalcar que debido a la importancia de la enseñanza y aprendizaje de las emociones y aprovechando que nos encontramos vinculados con la lengua y la literatura una de las mejores actividades para trabajar con nuestros alumnos es a través de los cuentos la inteligencia emocional. Hoy en día existen multitud de cuentos que tratan de desarrollar la inteligencia emocional en nuestros alumnos. Por ello, en una buena programación no puede faltarnos nuestras sesiones de lectura de cuentos y posteriormente la realización de preguntas y debate sobre el tema leído. Como grandes obras de esta temática puedo señalar "El monstruo de colores", "El libro valiente", "Una tormenta de miedo" o  "Paula y su cabello multicolor" entre otros. Como vemos las posibilidades son numerosas. Y tú, ¿quieres ser emocionalmente inteligente?

2 comentarios:

  1. Recuerdo perfectamente El monstruo de colores! Qué maravilla que lo destaques, Andrea! :)

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  2. Muy interesante tu entrada Andrea. Considero que la inteligencia emocional debe ir, si no por delante, de la mano de la enseñanza de contenidos académicos.

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