De
alguna manera, a todos nos gusta que nos
cuenten historias ¿verdad? Pero, ¿alguna vez te has parado a pensar qué impacto
tienen las historias que nos cuentan? Dicen por ahí, "si quieres convencer,
¡cuenta una historia!"
Centrándonos
en contar historias a través de la literatura, me veo envuelta en una gama de
colores y emociones, y es que aunque mi cita con la literatura de cada noche
sea casi ineludible, no pasa un día sin abrir un cuento de literatura infantil.
Reconocerás cuándo, pues en una alfombra llena de colores, se oyecon ganas “ojos de búho, orejas de elefante y
pies de indio”, es hora de contar un cuento. Parece que cuando crecemos, lo
libros abandonan las imágenes coloridas y llenan de gris sus hojas. Yo, por mi
parte, me niego, Elmer me enseñó un buen día, que si nos volvemos de color
gris, probablemente ni tú mismo te reconozcas. Y el monstruo de colores, por su parte, me
ayudó a entender cómo me siento a través de ellos, ¡qué importante es saber cómo te sientes!
Y hablando de
monstruos… ¿ha venido alguna vez alguno
a veros? Quizá sí te haya visitado uno, o tal vez, el verdadero monstruo esté dentro de ti, formando parte de tus miedos y ayudándote a la vez, a enfrentarte a ellos.