miércoles, 22 de febrero de 2017

Autobiografía Lectora, Torres Ortiz Valeria , Práctico 1

 LA SINCRONÍA DE LA LITERATURA 

Comienzo relatando mis recuerdos literarios de antaño, en un país muy lejano llamado Chile. La abuela sentada al lado del fogón, calentando agua para tomar mate, la lluvia se hacía presente en los meses de invierno en el campo del Bío- Bío,  pero con gusto, todos los nietos escuchábamos los relatos del pícaro Pedro Urdemales, que se caracterizaba diferente para engañar a la gente. A la edad de seis años Mistral me hizo llorar con variados poemas,  pero la melancolía dio paso a la aventura con el Principito y Papelucho que se encontraban en la biblioteca de mi hogar.





 Poco a poco me encontré sumergida en un túnel, dónde la sabiduría se hacía presente  en las palabras de Neftalí Reyes con sus veinte poemas de amor y una canción desesperada, Mientras la adolescencia se hacía presente mi profesora me presento a don Gabo con Cándida Eréndida  y su abuela desalmada, Puig me cautivo con boquitas pintadas, y laura Esquivel me enloqueció con agua para chocolate y aun tengo en la memoria, corriendo a la loca Gertrudis desnuda a caballo. Pero fue, Isabel Allende quién me relató más acerca de lo que aconteció en mi país en el año 1973 con su célebre libro la Casa de los Espíritus.  Poco la poco la adolescencia iba pasando, y me involucraba sentimentalmente con la Literatura del año de la Dictadura, con el notable trasformista y escritor Pedro Lemebel.

En mi relato no debo dejar fuera al libro más leído universalmente la Biblia, porque con el cantar de los cantares aprendí a reconocer variadas figuras literarias, pero fue con los Clásicos de la Literatura Universal con los que soñé varias veces, pasiones de amores griegos en la famosa Iliada y desventuras en Eneida, Dante me enseñó a conocer los círculos del infierno de una forma maravillosa y cuando leía el libro,  siempre pensé que Beatriz fue mi madre, pero luego comprendí que la vida es un sueño.


  Mi primer acercamiento con el mundo de la caballería se realizó  con Amadís de Gaula, sin embargo, muchas veces me sentí al igual que Miguel y pensé volverme loca y ser la princesa Micomicoma, en los exhaustivos controles de lectura que nos realizaban las profesoras de la Universidad.

Durante esta etapa conocí a varios Juan Tenorio, que me rompieron el corazón porque decían que nuestro romance seria parecido al de Romeo y Julieta, pero lamentablemente no fue así y me convertí en una joven desventurada e ilusa Jane Eyre, Pero desde ese entonces dije nunca más,  y fui una mujer empoderada al igual que La Regenta de España, Madame Bovary de Francia  o Doña Bárbara de Venezuela. Mientras sufría por los amores enloquecidos de aquella época me consolaba una amiga que corría peor suerte que yo, y ella se autorretrataba como Marianela. Pero Inés que es una compañera alcahueta que parecía Celestina,  nos hacía conocer personas y percibir que la vida no es tan desagradable.

Recuerdo con nostalgia que todos mis compañeros soñábamos con ser como José Martí y luchar por una sociedad con valores y potenciar la unión latinoamericana, porque pienso que la sociedad debe ser un Mundo Feliz igual como lo dicen los versos de Rubén Darío, Huidobro o Gonzalo Rojas.
Conocí a grandes poetas Españoles, Gracias a las lectura que hacía mi padre y su círculo de amigos, en las tertulias literarias, recitaban poemas de  Rafael Albertí de Cádiz, Federico García Lorca, Miguel Hernández, Unamuno y como dice Machado  caminante no hay camino, se hace camino al andar, pero a mi madre le encantaba la Araucana de Alonso de Ercilla, y a ella le gusta mucho la cultura ancestral Mapuche, que viene de la zona de la Araucanía, conoció al poeta Elicura Chihuailaf que narra todo lo que acontece en la tradición ancestral de Chile.

Durante mi vida he conocido dos Niebla, una de María Luisa Bombal y otra de Miguel de Unamuno que dejo un legado muy grande en mi vida, que es amar a las mascotas, porque sabrás que ellos son los mejores compañeros de vida, tal como lo hace Orfeo, y en alusión a ese nombre mi mascota se llama Elfeo.

Debo confesar que para cada lectura existe una edad apropiada, cuando leí  Crimen y Castigo, La Náusea, la Colmena, las Olas de Wolf, pasaba por un estado anímico muy malo, y cada vez que leía, no eran de mi completo agrado pero al ver los análisis que hacía la profesora, sabía que todo lo que me obligaban a leer, era por algo significativo.

El año pasado recordé que tendría que venir de intercambio a España y me sentí, reflejada en Andrea de Nada, llegar a una tierra completamente diferente, lo primero que pensé fue en Hija de caníbal  de Montero y  no perderme al igual que Ramón en el Aeropuerto de Madrid y que mi madre sea Lucía en mi búsqueda implacable, pero yo no vengo a decir un discurso y extraño mi caldillo de congrio, mis hojas de Parra, y la literatura Marucha de Lucha y a Chillán cuna de artistas.





1 comentario:

  1. En primer lugar, no te olvides de incluir las etiquetas en la entrada. Además de las obligatorias, puedes incluir muchas.
    En segundo lugar, ME HAS EMOCIONADO. Eres la más joven de clase y además vienes de allende los Andes. Y has hecho el recorrido más completo hasta ahora por la literatura canónica española. Además has incluido algunos de imprescindibles de la literatura hispanoamericana. Por cierto, recuérdame que hablemos del CEMAB en clase.

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