Estamos
en el año 2.017 d.C, todo el planeta Tierra está ocupado por 50 sombras…¿todo?
¡No! un grupo bastante amplio de irreductibles, resiste ahora y siempre al
invasor, pero la vida no es fácil. Tal y como ocurría en la Antigua Roma, donde los asesinos del emperador andaban al acecho
incluso en los espectáculos del Circo
Máximo, y donde había que tener mucho cuidado, en especial con alguna Legión Perdida, capaces hasta de matar a un ruiseñor, actualmente tenemos
que estar unidos ante l@s fieles obnubilad@s por el poder oscuro del sado, porque
en cualquier momento pueden querer castigarnos con los septuagésimo cuartos
juegos del hambre. Si sucediese, no debe darnos miedo, porque venceríamos, y tras la caída de los gigantes, vendría
el invierno del mundo, para
posteriormente disfrutar del umbral de la
eternidad. Este poder de elucubración lo he venido desarrollando desde el
año 1994, no porque fuese el año en el que hice la comunión y tuviese una aparición
mariana que me iluminase, si no porque pasé a formar parte del Club de los Siete Secretos, en el que
coincidí también con Jessica Fletcher, y la vida se convirtió en un Código Da Vinci, que constantemente te
invitaba a interpretar señales y ver quiénes eran los ángeles y los demonios para "mandarlos”al cielo o al Inferno, pero para ello, tenía que
saber realizar un diagnóstico social,
así que decidí estudiar Trabajo Social. Cuando me diplomé, aún sentía ganas de seguir resolviendo misterios y además
quería colaborar en la lucha contra el mal, y decidí empezar mis estudios de
Criminología, que para mentes inquietas con tendencia a la rápida asociación, decirles que no, no es CSI, y que tampoco soy una morbosa buscando que mi trayectoria profesional se desenvolviese y estuviese inmersa
en crímenes exquisitos. Durante estos
años he ido aprendiendo que el mundo no sólo se divide en ángeles y demonios,
también en hobbits, elfos, enanos, medianos…¡incluso muggles! y que la línea
del bien y el mal no es que sea difusa, más bien, intuyo que esa supuesta línea, intenta darnos orientaciones y estructuras de vida, divide y define las
diferentes realidades y situaciones, e incluso a veces polariza el mundo.
Aunque esa línea no la podamos ver porque “lo esencial es invisible a los ojos”, no por ello deja de existir y de crear situaciones injustas en las que el Viento del Pueblo debe soplar con fuerza.
Bueno, después de hacer este recorrido con algunas de las lecturas que han formado
y forman parte de mi vida, es hora de ponerme el pijama y descansar. Por cierto
mi pijama es de rayas, y espero que jamás las rayas vuelvan a suponer lo que
significaban en la obra Jhon Boyne.
¡Me encanta el texto Virtu! Tienes una escritora ahí dentro tuya
ResponderEliminarGracias, eso es de redactar proyectos de un día para otro jaja.
EliminarEnhorabuena Virtu. Una magnífica autobiografía lectora y una buena selección.
ResponderEliminarGracias José. Son algunas de las obras que he leído. También me han marcado mucho las obras de Isabel Allende, alucinaba con sus personajes.
EliminarFalta la etiqueta con tu nombre y "Práctica 1". Además puedes citar algunas obras o autores/as.
ResponderEliminar¡Oído Chef!
EliminarEn este momento, creo que siento admiración, has unido a Cristian Grey con la Caída de los Gigantes sin que resulte raro.
ResponderEliminarRrrraro,rrrraro,rrrraro como decía Papuchi Iglesias
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