“ANTEOJOS
PARA DESCUBRIR LA VERDAD”
Busco en
mi memoria y recuerdo a mi abuelo en un sillón orejero, con su gato blanco de
angora y un ojo de cada color, que dormía plácidamente en su regazo, mientras el
abuelo leía uno de esos libros gordos con: “¿Yayo eso qué es?” y decía: “unos
anteojos que me ayudan a leer y estar más cerca de la verdad”.
Como niña inquieta que era, yo también quería saber la verdad, por ello comencé a leer todo aquello que caía en mis manos, los clásicos: tacirupeca, le bolo, la cenicienta, pulgarcito………
Pero descubrí una vieja librería donde con unas pesetillas, podías llevar a casa varios TBOs, con ellos hice grandes amigos entre ellos por supuesto a los míticos Mortadelo y Filemón, que les acompañaban Zipi y Zape, Agamenón, Anacleto y una de mis páginas preferidas “13 RUE del Percebe”.
Sin embargo descubres que existe la poesía y que mejor poeta y de nuestra tierra con su “nana de la cebolla” (Miguel Hernández) y además cantada por Joan Manuel Serrat, descubriendo ahora sí la verdad que estábamos, viviendo en esos años de represión y con ella desperté a la cruda realidad.
Como niña inquieta que era, yo también quería saber la verdad, por ello comencé a leer todo aquello que caía en mis manos, los clásicos: tacirupeca, le bolo, la cenicienta, pulgarcito………
Pero descubrí una vieja librería donde con unas pesetillas, podías llevar a casa varios TBOs, con ellos hice grandes amigos entre ellos por supuesto a los míticos Mortadelo y Filemón, que les acompañaban Zipi y Zape, Agamenón, Anacleto y una de mis páginas preferidas “13 RUE del Percebe”.
Sin embargo descubres que existe la poesía y que mejor poeta y de nuestra tierra con su “nana de la cebolla” (Miguel Hernández) y además cantada por Joan Manuel Serrat, descubriendo ahora sí la verdad que estábamos, viviendo en esos años de represión y con ella desperté a la cruda realidad.
Pero seguí caminado Y haciendo
camino al andar con Antonio Machado, volé muy alto con Juan Salvador Gaviota,
tanto que aprendí “Tienes la libertad de ser tú mismo y nada se
puede poner en tu camino ”, de nuevo el abuelo y su mirada desde los anteojos
tenían razón vas aprendiendo la verdad de la vida, pero esa verdad has de construírtela
tú.
Pasados muchos
años y recorridos muchos libros, con los que construyo mi casa igual que Kent
Follet sus “Pilares de la Tierra” o “La Catedral del Mar” (Ildefonso Falcones).
Me toca volver a la infancia
junto a mi gran tesoro, mis dos preciosas, acompañándolas a descubrir el
maravilloso mundo de los anteojos y me hago de nuevo pequeña, disfrutando con: Gloria
Fuertes, los clásicos, el Barco de Vapor, Agu trot, un poco más adelante llegan
las Crónica de Narnia y ya andan solas.
Toca pasar un gran susto que la lectura me ayuda a superar con el “hombre de la armadura oxidada”, “Al pie del Jaipur” y un largo etc. Con autores como Tereci Moix, Gabriel García Márquez, Paulo Coelho….. y también toca reír descubriendo la verdad con “El asombroso viaje de Pomponio Flato”, “el enredo de la bolsa y la vida”. Esta vida que sigue entre libros y que te hace descubrir verdades. “GRACIAS YAYO”
Estupenda reflexión histórica, donde encuentra sitio lugar el tebeo y luego Miguel Hernández. Genial. Recuérdame que hablemos de esto en clase.
ResponderEliminarGracias, quizá no ha quedado tan bonita como la imaginaba, pero se me agolpaban los recuerdos y no fluían demasiado las palabras. Seguro que ya lo harán, igual que leer se aprende leyendo, escribir se aprenderá ercribiendo. Un saludo
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