miércoles, 22 de febrero de 2017

"Date por requetebién pagada"

Aquel secreto del abuelo lobón le trajo a la pobre garza mal pagada más de un disgusto, ¿cómo se iba a imaginar ella que el tarado vegetariano del nieto del abuelo lobón comiera castañas? Y lo que es peor, ¿quién iba a imaginarse que después de salvarle la vida de un atragantamiento con una castaña, este le dijera en pocas palabras “hasta luego cocodrilo”? En fin, así es la vida y ahí comenzó mi aventura con los libros.

Nunca supe por qué le tenía un amor tan grande a ese cuento, ni por qué me convertí en la fan número uno de aquel lobo loco, lo que sí sé es que por aquella época entonces, mi madre pasaba el tiempo entre costuras y a mí me encantaba descubrir libros como aquel, que guardaban secretos ocultos.

Tanto me marcó aquel lobo, que pasó el tiempo y me convertí en alguien tan caótica y loca como él. Me convertí en una moderna de pueblo que paseaba por donde los árboles cantan y vivía con un fantasma que pagaba alquiler cuando le apetecía.

Pero un día ocurrió algo divergente. Era la hora de comer y me acerqué a la cocina para prepararme una sopa de ajo, sin embargo me di cuenta de que sinsajo no se puede hacer y ese día no estaba preparada para jugar otra vez a los juegos del hambre, así que decidí pasarme por el Pollo Pepe, y fue entonces cuando lo vi.

Había leído mucho sobre enamorados pero la verdad es que esos libros me provocaban pesadillas, sin embargo ese momento estaba muy lejos de parecerse a aquellas novelas que leí durante mi pubertad. Me sentía en llamas y pensé: “si tú me dices ven lo dejo todo, pero dime ven”. Entonces, en lo que dura un parpadeo, una chica se cruzó en su camino y le dio besos, besos. En ese momento supe que nunca me diría ven, pese a que yo lo habría querido con locura, así es mi corazón.


Desde entonces me di cuenta de que a pesar de aquellas pesadillas, leer novelas románticas me hacía sentirme viva, como ocurrió aquel día. Ahora, todas las noches un monstruo viene a verme y cuando no puede voy yo donde viven los monstruos, aunque sé que algún día llegaré a estar a tres metros sobre el cielo y podré saber a qué sabe la luna, porque si hay algo de lo que estoy segura es de que soñando a través de una páginas podemos llegar a cualquier parte.

1 comentario:

  1. Enhorabuena Anael. Has conseguido entretejer una completa autobiografía entre álbumes ilustrados, novelas juveniles románticas y distopías del género YA. Hablaremos más de esto en clase. Me ha gustado mucho. Anímate a poner más etiquetas.

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